Las últimas décadas del siglo 19 marcaron el comienzo del progreso social y tecnológico, y asentaron las bases para la modernidad que se asomaba en el umbral del siglo 20. Puerto Rico también fue partícipe de esta transición a la “era moderna,” y este proceso se plasmó en sus artes visuales. Desde artistas impresionistas y surrealistas, hasta artistas que optaron por el comentario social y educativo, el arte del siglo 20 propulsó el desarrollo de la identidad puertorriqueña en un mundo de cambios radicales.
Figura 4.Francisco Oller y Cestero,
La ceiba de Ponce, 1887-1888, óleo sobre lienzo.
Museo de Arte de Ponce. The Luis A. Ferré Foundation, Inc.